El poder de la fotografía: Caso el "buitre", de Kevin Carter

¿Qué hay detrás de las fotografías? Tenemos la capacidad de congelar un instante pero no de detener el tiempo. Obturamos y guardamos a través de nuestro lente un momento, lo perpetuamos. Pero, ¿qué hay más allá? ¿Trascendió la vida del marinero y la enfermera del Times Square, protagonistas de la icónica fotografía "El beso", de Eisenstaedt? ¿Qué ha sucedido en la vida de Kim Phúc, la emblemática niña de la foto titulada “The Terror of war”, de Nick Ut, más de 4 décadas después de registrado el hecho?

  
Por: Isabella Morales Quiceno.

Tan enorme es el poder de la imagen que es capaz de mover paradigmas, de conmocionar, de movilizar, de construir y de destruir. ¿Qué pasa en la vida de los que están detrás del lente cuando se congela el momento?

El "buitre". Fotografía: Kevin Carter. 1993.

Un joven Carter. Foto: Ilagardien/Wikimedia Commons

El fotógrafo sudafricano viajó en avioneta a visitar Ayod, una aldea sudanesa, en 1993 con la firme intención de registrar los rezagos de la hambruna y la guerra que padecía Sudán tras la llegada de los radicales al poder.

Existen fotógrafos que destacan en la historia por haber captado en el momento exacto momentos que revolucionaron la humanidad o bien, por generar contenidos que han trascendido momentos, desde Robert Capa y Henri Cartier-Bresson hasta Sebastião Salgado. Del mismo modo, también hay fotógrafos cuya vida cambió de manera desastrosa, como es el caso de Kevin Carter, responsable de la emblemática fotografía el “buitre”.

La escena que retrató Carter era impactante: en el mismo plano se encontraban Kong Nyong, un niño famélico a punto de morir y un buitre que se encontraba al acecho del infante. Él tenía experiencia con este tipo de situaciones, es por eso que no se amilanó ante el momento y capturó una imagen que movería varias fibras en los espectadores y revolucionaria el mundo (y a su propia vida).

Días después la foto apareció publicada en The New York Times y la opinión pública no esperó para criticar a Carter por no haber hecho más que obturar la cámara y ayudado al niño; incluso, llegaron a catalogarlo como “el verdadero carroñero de la historia”, “el segundo buitre”. Esto se convirtió en una pesadilla para Carter, las personas lo hostigaron y atacaron públicamente. La fotografía se vino en su contra.

En 1994 fue galardonado con el codiciado Pulitzer, enorme distinción en el mundo periodístico, gracias a la mencionada fotografía. Ese mismo año, su mejor amigo Ken Oosterbroek es asesinado en Johannesburgo mientras trabajaba como reportero de un tiroteo en Tokoza.

Finalmente, la historia tuvo este desenlace: el niño no murió en ese momento de la foto, este logró sobrevivir al acecho del buitre. Años después un equipo de periodistas viajó al lugar de la escena y pudieron constatar que el niño pudo sobrevivir a la hambruna y a la deplorable situación. Lamentablemente para Carter, nunca pudo saber el desenlace de la historia, ya que, a causa de una depresión (por problemas familiares, el acoso de la opinión pública y el asesinato de su mejor amigo) el 27 de julio de 1994, este fotógrafo llegó al río Braamfontein Spruit donde se suicidó intoxicándose con monóxido de carbono, teniendo 33 años.

Resulta irónico pensar que la fotografía que lo llevó a la fama contribuyó de manera considerable en su trágico desenlace. Así de inmenso es poder de la imagen.

Fuentes:
Wikipedia: Kevin Carter. Biografía
ABC: El buitre de Kevin Carter, a escena
El País: La fotografía de la pesadilla